13 diciembre 2006

A CERCA DEL TEATRO Y LA COMUN-UNIDAD


A CERCA DEL TEATRO Y LA COMUN-UNIDAD

Por: Luis Vicente Estupiñán (Elvis)
LA DISIDENCIA TEATRO.


Todos los hombres hacedores de teatro deseamos el reconocimiento del teatro como fuerza moldeadora de cultura, como forma genuina de manifestación estética, como exploración y crítica de nuestra realidad y de nuestra historia, un teatro abierto a las potencialidades artísticas y sociales de los artistas que coincidimos en este momento histórico. He aquí un ejemplo.

Los hijos de la Montaña son una gran familia de hombres mujeres y niños que habitan en el municipio de La Argentina (Plata nueva) Huila, distribuyen el tiempo de sus días entre las labores de la agricultura, el ejercicio de la convivencia comunal y las actividades de carácter artístico-creativo. Desde hace mas de 20 años cuando decidieron hacer del arte una manera de vivir la vida han desarrollado un procesos de concientización en la región sobre la importancia del arte escénico como espacio de expresión reflexión y canalización de tensiones sociales naturales en una región tan azotada por el conflicto.- El teatro se ha convertido en un autentico acto de resistencia a la conducta individualista propia de nuestra moderna sociedad y a una democracia entendida como el ejercicio de poder de muchos para defender el interés propio.

En una región donde el negocio del conflicto se dibujaba como única oportunidad de vida para sus habitantes fueron los hijos de la montañas quienes se negaran a la resolución del conflicto por vía armada, por ello fueron amenazados y hostigados con el tenebroso ruido de las ráfagas. Fue su fe y profunda convicción la que les permitió sostenerse ocultos en el silencio de la montaña con la esperanza de un tiempo mejor, al fin llego, el conflicto disminuyo su presencia y se marcho a otras tierras. Ahora ruedan por las veredas provocando risas, buenos momentos, reflexión critica, entregando alegría y provocando el sueño colectivo.

El arte se respira en sus labores cotidianas es allí en su mundo cotidiano en donde surgen los temas, las imágenes emergen del oscuro manto nocturno, las historias aparecen en las largas caminatas, su lenguaje en el eco del abismo, la música en sus cantos sobre el arado o al ritmo del machete. Han encontrado una manera propia de resolver los problemas escénicos sin tener a mano las grandes teorías de los magnánimos Mesías del teatro mundial (salvo algunos talleres recibidos por su director en festivales a los que han asistido) logran atrapar a los espectadores de una manera fascinante. Cabe decir que la región es prospera en leyendas, personajes fantásticos y cotidianos especiales, que junto al tema medioambiental y arqueológico se constituyen en fuente nutritiva de inspiración para sus obras. La comedia al estilo criollo ha sido su mejor recurso para llegar a su público.

Los hijos de la montaña profesan un profundo respeto por la montaña que habitan y así mismo exigen al huésped sumo cuidado con su ecosistema que a propósito esta en proceso de recuperación. Ellos afirman que la montaña no solo es fuente de sustento sino que además es fuente espiritual, centro de meditación y espacio de reflexión sobre el maravilloso acto de la vida, ¿cómo podría entonces florecer una conducta a favor de la solución violenta del conflicto en ellos?, La montaña atiborrada de especies silvestres saluda al visitante y lo envuelve con su follaje de infinitos aromas verdes para sumergirlo en el difícil acto del silencio, necesario a la hora de escuchar la voz del alma. Al comienzo la trocha se presenta dura e indolente hay que sudar y sobreexigir la voluntad para llegar al corazón de la montaña. (Primer consejo de ella esfuerzo máximo/ resultado mínimo/fe inagotable), Así se entrenan los hijos de la montaña no solo es el temple físico sino además el entrenamiento del alma. Dialogan con el universo entero de manera cotidiana y así respiran el arte, allí esta la fuerza que hace atractivo su quehacer artístico medioambiental y comunitario.

EL FESTIVAL DE LA MONTAÑA.


En enero del 2006 nos encontramos: Ciclo Vital, La Disidencia Teatro, Escuela Internacional de Teatro Callejero de La Jagua y los Hijos de la Montaña, en el municipio de La Argentina, ésta era la primera fiesta artística del año después de muchos de sequía producto del miedo. La experiencia confronto muchas de las condiciones a las que nos hemos ido acostumbrando en la ciudad, donde hacer teatro al aire libre implica una indeseable batalla contra el ruido contaminante del trafico de automóviles, el murmullo invasor y asfixiante de las multitudes consumidas por el afán de la supervivencia, la tensa mirada de los celadores encargados de cuidar el espacio público ( espacio publico protegido del público Gracias Antanas y Peñalosa por privatizarlo), compitiendo contra las extensas programaciones de la insípida cultura de masas o simplemente la transmisión de los emocionantes partidos de la selección, así trabajamos acá, es nuestra particularidad.

Sin embargo, era ya justo saborear un presentación con un público deseoso de compartir su tiempo con el artista sin afán, sin compromisos, silenciado por el acto voluntario de escuchar el mensaje que los artistas traían de otras tierras como antiguos juglares que narraban las historias de otros hombres lejanos, Los hijos de la montaña involucraron a todo el pueblo en la tarea de reunir la comida y facilitar el hospedaje en el pueblo para los artistas invitados asunto que provocó un profundo sentido de pertenencia con el evento, así que durante el festival las actividades cotidianas de las casas se suspendieron, vinieron los arreglos personales, una buena pinta, los niños de la mano de sus padres y una a una fueron arribando las familias a la plaza central muy a pesar de la lluvia.

Sentimos que el teatro ese día a esa hora era necesario para alimentar el alma, para soñar colectivamente, para dar uso a esa cualidad mitificante que desarrollo el hombre, el esfuerzo del viaje y el sudor de los ensayos se aliviano y paso a ser elemento vital para llegar allí a ese público. El circulo sagrado se conformo y empezó la ceremonia, circularon gestos, acciones, emociones y situaciones; emergió tanto silencio que se podría escuchar el latido de todos los corazones en esa infinita sinfonía de sentimientos, sobresalieron risas, exclamaciones de asombro, abrazos de parejas, comentarios y el inevitable brillo de los fusiles del ejercito nacional que durante esas jornadas abandono su celosa tarea de custodiar la patria, para dedicarse también a vivir el sueño colectivo.

Si recibes algún día una invitación a vivir la Fiesta de la Montaña te recomendamos no dudar un instante en decir si a una experiencia vivida y renovadora.

LOS HIJOS DE LA MONTAÑA
DIRECTOR: JAIRO WILLIAM GUTIERREZ, OLGA CUENCA.
OBRA: HORACIO HAGAME DESPACIO.
PRESENTES EN EL FESTIVAL ALTERNATIVO BOGOTA 2006.
Contactos: 780 77 72 en bogota. 310 316 59 03. email: hijosmontana@yahoo.es