13 diciembre 2006


Un encuentro de realidades paralelasImpresiones de “un seminario antirracista“


Por: Selene Cruz
Febrero 2004

www.carretaca.blogspot.com

Tanto informativo como inquietante demostró ser para los estudiantes de la undécima clase de un colegio ubicado en un pueblo llamado Velten al este de Berlín, en enero de 2004: el “seminario antirracista” realizado por refugiados e inmigrantes, quienes como voluntarios decidieron asistir, participar y cuestionar estas realidades cotidianas de las solicitantes de asilo, para muchos muy lejanas y desconocidas.

Tal vez la falta de información y contacto fueron las principales razones que incentivaron a un grupo aproximado de treinta jóvenes a escuchar y hacer parte del proceso. Tres días no bastaron, ni bastan para comprender la magnitud del conflicto pero si para iniciar con un proceso de humanización del mismo. Las iniciativas fueron fuertemente cuestionadas y las impresiones diversas. Como respuesta estuvo el silencio, el desasosiego y la duda ya que muchas veces no reconocemos en nosotros mismos el racismo como ideología, como seres errantes sino como un padecimiento de la ignorancia humana, lejana a nosotros. Pero a la hora de mirarnos a los ojos con “el otro” e intentar compartir, nos cuesta muchas veces mas de lo que a ese “otro” le puede afectar.

Se trabajaron conjuntamente temáticas puntuales como las mujeres en exilio, los derechos humanos y su significado en nuestra vida práctica, el racismo como ideología, iniciativas de refugiados ya existentes y la practica de leyes excluyentes. Siendo éstos los temas a desarrollar dentro del contexto confuso en el que nos encontrábamos se fueron desatando los días y así las dudas, la participación y el debate, el enfrentamiento de dos contrapartes en el juego de sobrevivir y las condiciones a las que somos sometidos sin siquiera notarlo.


Le dimos un énfasis a las prácticas de estas leyes arbitrarias y repito excluyentes que tanto influyen en nuestras vidas y nuestras formas de enfrentarnos al fenómeno de haber migrado ya sea para buscar protección en un gobierno que nos ofrece aislamiento y represión o para buscar la fortuna que no existe sino en la televisión y al farándula, siendo un poco simplista en lo que se refiere a las muchas razones de porque migrar a Europa.

Percibimos que no hay una iniciativa fuerte de derecha dentro de las aulas de este colegio pero tampoco el interés de saber y descubrir que pasa fuera de sus casas. Los medios juegan un papel muy importante. Proyectan imágenes, prejuicios y demás superficialidades o nos cuestionan hasta despertarnos inquietud de informarnos y seguir aprendiendo precisamente de lo desconocido, tantas veces y de diferentes formas manipulado.

Tras la visita colectiva a una de las casas de asilo en Alemania oriental, recinto de hacinamiento, campo de concentración al que nos reducen como ser indigno de caminar con los transeúntes debidamente marcados con un papel, que justifique nuestra estadía como “provechosa” para éste sistema burocrático, explotador y nos dé “el orgullo” de ser ciudadanos de la llamada Unión Europea.

Estas casas adaptadas para recibir a los solicitantes de asilo, donde en seis metros cuadrados pueden habitar cinco personas de culturas diferentes; tienen nombres como “Hoffnung” (Casa esperanza), recordando las paradójicas frases de las entradas de los campos de concentración nazis como “Arbeit macht frei” (el trabajo hace libre).

Esto fue una experiencia muy fuerte, algunos estudiantes calificaban el encuentro como algo cruel y horroroso.

Para finalizar nuestro encuentro e intercambio realizamos actividades culturales, las cuales nos permitieron trascender a un contacto más profundo y directo. Representaciones teatrales fueron una de las actividades, denunciando situaciones cotidianas entre funcionarios y refugiados, refugiados y “sociedad” entre un papel histórico y otro. También la danza nos trasportó al movimiento en armonía que contradecía la realidad de nuestro cotidiano pero esto fue: La desnudez…

Juntamos en ese momento la esperanza de nuestra unión y respeto, respeto que proponemos sin imponer verdades absolutas o idealizando razas, pero definitivamente con la idea de encaminarnos hacia una comprensión mas sabia de las diferentes culturas y lo que estas implican.


La transformación puede parecer innecesaria o imposible, la imposición de ese “algo” tan fuertemente elaborado, aparentemente indestructible, tan vasto y tan nuestro lo interpreto tras la búsqueda y las experiencias como parte de la complejidad de éste mundo inexacto en el que vivimos y nos desarrollamos, al que muchas veces nos sometemos por miedo, miedo al que dictadores, mal llamados representantes de pueblos, paramilitares, nazis, iglesias; insisten en llamar e imponer las jerarquías raciales como una naturaleza u orden natural.

Es increíble que en pleno siglo XXI por ejemplo, por iniciativa propia un europeo no se acerque al “otro” sea negro, latino, migrante porque su naturaleza es diferente, porque todos los constructos culturales o prejuicios europeos arraigan esas barreras, que para mí se reducen al miedo…